Proyectar una nueva generación en México
Mtro. Arq. Emilio José García Bidegorry.
Hábitat, territorio y sustentabilidad.
Según Heidegger el hombre solo puede estar en el mundo de una forma: habitándolo. Para ello necesita construir su hábitat en una porción de superficie terrestre. Construir ese pequeño espacio en el mundo, acarrea la responsabilidad de alterar la naturaleza de un territorio que solo usaremos de forma temporal y cuyas dimensiones son finitas.
En este proceso de urbanización constante, la construcción de la vivienda, símbolo del habitar, es la actividad que consume el mayor porcentaje de territorio sin ser accesible para toda la población. Los grupos marginados construyen su hábitat de forma empírica, al margen de normativas y con escasos recursos económicos. Vive en condiciones infrahumanas lo que repercute en la calidad ambiental de su entorno. Esta situación se contrapone al concepto de sostenibilidad como proceso para mejorar la calidad de vida.
Eutropia: hipótesis contra la entropía del territorio.
En este contexto, el proyecto Eutropia, premiado el año pasado con un Holcim Awards for Sustainable Construction en la categoría “Next Generation” de Latinoamérica, busca replantearse la relación crítica entre arquitectura y territorio. Dicha propuesta, realizada por los arquitectos Ricardo Vásquez Ochoa (Colombia) y Emilio José García Bidegorry (Argentina), se fundamenta en dos necesidades: brindar la mayor cantidad de beneficios en la mínima cantidad de territorio, y que estas acciones involucren y respondan a las necesidades de toda una comunidad como parte de un sistema urbano.
El proyecto se ubica en la ciudad de México, en la calle Los Reyes, de la delegación Coyoacan. El sitio tiene la forma de una lombriz de 130 m de largo y 4m en su ancho mas estrecho. Actualmente viven cuarenta familias que ocuparon ese lugar hace algunos años. Es importante recalcar que esta situación es una constante en gran parte de la ciudad y un problema que ha sido obviado mas no solucionado. Lo que deviene en un crecimiento caótico de la ciudad y la multiplicación de espacios urbanos degradados por la baja calidad constructiva de estas situaciones.
Eutropia es una propuesta para estas 40 familias. Se propone satisfacer la demanda de vivienda actual, y además, generar un espacio de uso colectivo, un edificio comunitario, mejorar la infraestructura urbana y pensar en estrategias de ahorro de energía y recursos naturales. Para ello se dispusieron los espacios de cada vivienda de forma tal que sea posible, en la misma cantidad de superficie actual, liberar territorio para lograr nuestros objetivos.
El conjunto de viviendas se divide en tres bloques ligados por escaleras comunitarias que al subir un nivel sobre la calle llegan a una terraza, desde donde se puede acceder a las viviendas. El resto del conjunto esta compuesto por un edificio comunitario pensado como un centro barrial, una plaza de juegos con gradería que sirva como lugar de reunión colectivo y para los niños del conjunto y vecinos. Las viviendas proyectadas son más eficientes que las producidas por el sector formal, ya que poseen menor superficie construida y en la misma cantidad de territorio que en el sector institucional desarrollan una vivienda, en esta propuesta, se alojan dos.
Estrategias de control bioclimático, ahorro energético y algo más.
La orientación fue aprovechada para lograr que la mayoría de los locales reciban luz del sur, también tiene la mayor exposición durante los meses fríos y la mínima en los cálidos. Las ventanas son basculantes con rejillas que controlan el flujo del aire. El cubo de escaleras funciona como chimenea de ventilación que puede ser regulada mediante persianas en las puertas de acceso. Los dispositivos de bajo mantenimiento, utilizan la energía humana para lograr las mejores condiciones de confort dentro del edificio.
El agua lluvia es recogida en los techos de la vivienda y en los “paraguas” del edificio comunitario. La de la calle se recoge para ser tratada bajo el espacio de juego y reutilizada en el sistema. El agua es calentada de forma pasiva en los tanques negros de las azoteas. La basura orgánica es recogida para ser compostada y usada como abono en el huerto y en las cortinas vegetales. Se auto-construye, permitiendo usar métodos ambientalmente amigables y que distribuyen el conocimiento. Se promueve el reciclaje de materiales y elementos constructivos y el uso de materiales duraderos y económicos hechos in-situ.
Es necesario utilizar los proyectos arquitectónicos locales como una forma de reflexión urbana, para exponer el carácter mediador de la arquitectura entre intereses diversos sobre un mismo territorio. Al proponer alternativas para viviendas populares, que sean económicas y dignas, se generan hipótesis para la mejor utilización del territorio urbano actual y para el futuro crecimiento de la ciudad. La suma de acciones puntuales bajo estos parámetros de sustentabilidad, son las bases para la construcción de una generación con mejor calidad de vida.